domingo, 18 de mayo de 2014

Situación comunicativa


El acto de comunicarse es un proceso complejo en que dos o mas personas se relacionan e intentan comprenderse e influirse mutuamente para que sus objetivos sean cumplidos de acuerdo a lo previsto. En éste proceso influyen varios factores los cuales pasaremos a revisar a continuación.


Contexto: Es la situación específica donde se desarrolla la comunicación, de él dependerán los demás elementos que intervienen en este proceso.

Emisor/receptor: El emisor es quien inicia la comunicación, quien codifica el mensaje en primer lugar. En tanto, el receptor es quien recibe el mensaje que ha comunicado el emisor y lo decodifica.

Mensaje: Es la idea o información que se transmite de manera codificada, ya sea a través de palabras, imágenes, señas, etc., el cual será interpretado por el receptor.

Código: Es el conjunto de imágenes, palabras, señas, etc., que sirven para transmitir el mensaje. El código debe ser compartido por emisor y receptor para que pueda ser codificado y decodificado correctamente.

Canal: Es el medio que se utiliza para transmitir el mensaje, usualmente es oral-auditivo y/o gráfico-visual.

Además de los principales elementos que componen una situación comunicativa, nos encontramos con otros factores que influyen es este proceso, como son el ruido, los filtros y el feedback o retroalimentación.

El ruido son las alteraciones de origen físico que se producen durante la transmisión del mensaje. 

Los filtros son las barreras mentales que cada uno de los participantes posee, es decir, los valores, juicios, creencias, conocimientos, entre otros.

Finalmente, la retroalimentación o feedback es la información que devuelve el receptor al emisor sobre el mismo mensaje que ha recibido previamente. 

Cada uno de estos elementos se asocia a una función del lenguaje, que explicaré en el siguiente post.

Es interesante ver como una situación tan común para las personas, como es el dialogar, se pueden apreciar estos diversos elementos, pero aún mas interesante es analizar una conversación cuando existen ciertas dificultades que producen malos entendidos, y es ahí donde uno puede buscar donde se produce el problema para tratar de repararlo y así tener éxito en la comunicación.

Como decía un comercial, "Hay que tener el don de la palabra", aunque yo lo llamaría más bien tener el "don de manejar la situación comunicativa", es decir, buscar el momento y lugar propicio para emitir un mensaje adecuadamente codificado con la finalidad de que sea bien recibido para así lograr nuestro objetivo. ¡Es todo un arte!




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